Título original: The bride of Lammermoor
Autor: Walter Scott
Año: 1818
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Este libro comienza con el narrador/autor explicando el origen de la historia. La típica línea de amigo escucha una historia, se la cuenta al narrador y éste la escribe. La historia en cuestión es una vieja leyenda, que como todas las leyendas, tiene algo de verdad y algo de fantasía. Con este inicio, comienza La novia de Lammermoor.
El argumento es predecible y evidente desde las primeras hojas. Lo usual en una novela gótica: dos jóvenes de familias enfrentadas a muerte, uno pobre pero de alta cuna y el otro rico; el amor que surge por accidente; elementos de la naturaleza muy destacados; brujas; apariciones y profecías; drama y palidez y sonrojos por todas partes.
Mención aparte merece el personaje del criado, insufrible en mi opinión pero tal vez gracioso para otro lector, que parece metido con calzador.
El final trágico se ve venir y no hay en toda la novela un sólo elemento sorprendente. Dicho de otro modo: un libro monótono, prescindible en mi opinión, pues te quedas exactamente después de leerlo que antes de hacerlo.
Fragmento:
"Uno de los parientes, que llevaba su antorcha más baja que los demás, descubrió algo blanco en un rincón de la gran chimenea del cuarto. Allí estaba la desgraciada joven, sentada o más bien acurrucada como una liebre, con el peinado deshecho, sus vestidos de noche desgarrados y salpicados de sangre, los ojos vidriados y las facciones convulsas, en un paroxismo de locura. Cuando se vio descubierta empezó a emitir sonidos inarticulados y a gesticular frenéticamente como una endemoniada, señalándolos con sus dedos sangrientos."
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